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jueves, 11 de agosto de 2016
Nuestro poder 1
A la mayoría de humanos nos gustaría tener el poder de cambiar el mundo. Imagínate que eres Dios, si, ese Dios que la mayoría de las religiones dicen que está en el cielo y que es todopoderoso. Imagínate que eres todopoderoso.... ¿Qué cambiarias en el planeta? - Tendrías trabajo, mucho trabajo, porque hay demasiadas cosas que no van bien. Desgraciadamente no tenemos ese poder. ¡Un momento! - ¿Ya tan rápido hemos rechazado que tenemos poder para un gran cambio? - Has pensado... pero como yo no soy Dios , no tengo el poder y por lo tanto seguiré lamentándome por la mala situación, Así de rápido nos sacudimos responsabilidad y esperamos que otros lo hagan. Pensamos que son los gobiernos y las instituciones religiosas los que deben hacerlo. Porque de Dios ni hablemos (el Dios que nos enseñaron las religiones, hay que diferenciar).
¡Error! Un gran error. Pero que poco responsables y que poco estamos dispuestos a implicarnos. Imagínate que un grupo de personas está perdida en el desierto, y hay un niño pequeño que está ya muy mal, deshidratado sin conocimiento yace en los brazos de su madre , a la que ya no le queda ni una gota de agua en su cantimplora. Lleva muchas horas sin beber ella misma, para dársela a su hijito. A todos los demás solo le queda una gota de agua en sus recipientes. Para cada uno de ellos esa gota no le servirá para salvar la vida, pero si todos la ofrecen para el pequeño, seria agua suficiente quizá para salvarlo. Sin embargo, tienen dos opciones, pensar que una gota no sirve para nada, o pensar que quiere contribuir a la salvación del pequeño. Si todos piensan que una gota no es nada, entonces nada va a cambiar y el niño morirá en cuestión de muy poco tiempo.
Pienso que la humanidad, ( y yo pensaba así también hasta hace poco tiempo) no podemos aportar una cantimplora llena como individuo. Pero si todos empezamos ha hacer cambios, las cosas cambiarán. Lo que está ocurriendo aquí y ahora es que hemos dado por sentado todo lo que existe, hace ... uff, muchísimo tiempo. Hay problemas en la Tierra que existen aun antes de nacer nosotros. Y ya no solo nos hemos acostumbrado sino que tenemos la certeza que no va a cambiar. Por ejemplo, la situación inhumana que se vive en algunos países, acosados por el hambre y la enfermedad. Pensamos :¿Y que puedo hacer yo? - Cierto, no podemos quitar el hambre ni las enfermedades. Primeramente porque no tenemos a esas personas aquí cerca. ¿Cómo le vamos a dar un plato de comida? - Y es posible que no podamos contribuir a una ONG. O quizá no confiamos en esas organizaciones benéficas.
El hambre y las enfermedades en el mundo son un problema grandísimo. ¿Tienen solución? - Si, pienso que todos los problemas tienen solución, solo hay que querer solucionarlos. Y en especial ese problema mencionado no podemos decir que es por falta de alimento y medicina en el mundo. Ya que todos sabemos porque lo vemos, como van a diario toneladas de alimento a la basura. Y medicina también hay de sobra, a veces nos caduca en casa. Lo que os quiero transmitir que esperando que otros, ya bien gobiernos, o seres de otros mundos nos arreglen los problemas ... ya vemos que hemos conseguido con eso. La humanidad debe dejar ya de esperar a un Salvador, y empezar a contribuir. Estoy consciente, y no quiero dejar de decir que hay algunos que lo hacen. Son voluntarios en comedores sociales o apoyan instituciones benéficas, hay médicos y enfermeras que dan mucha ayuda y apoyo a los más necesitados.
Todo eso es magnifico, pero aunque dan su gota, no es suficiente. Yo apuesto por un cambio de mentalidad. Si pensamos que con nuestra gota no vamos a ayudar a nada... mal vamos. La sociedad humana debe hacer cambios muy profundos. Y eso solo se consigue si cambiamos nuestra mente. Hemos sido programados para llegar a lo que somos ahora. No creas que ha sido casualidad, claro, que nos hemos dejado llevar, hemos optado por el camino más fácil. Quiero pensar que ha sido por nuestra poca madurez humana. Pero ahora nos estamos dando cuenta de muchas cosas, porque hemos crecido y aprendido, de los fracasos y de las meteduras de pata. Ahora somos una humanidad joven pero adulta. Y debemos rectificar en nuestra conducta aquello que no permite que como sociedad humana mejoremos.
Debemos empezar en nuestra mente. La mente crea primero la idea, y luego la hacemos realidad. No es fácil cambiar nuestra mentalidad, ni costumbres de años, pero si no hacemos algo acabaremos muy mal. Las buenas costumbres se están perdiendo, la gente está menos sensible a los problemas de los demás. Las familias ya no son lo que antes eran, los vecinos tampoco. Vivimos en ciudades, con gente a los lados , arriba y abajo y no sabemos ni sus nombres en muchos casos. Eso, cuando yo era pequeña, era impensable, los vecinos se trataban unos a otros y se ayudaban. Muchas veces me pongo las manos en la cabeza y me digo: ¿A donde hemos llegado? - Ahora que más facilidades tenemos para comunicarnos, hay más personas que se sienten completamente solas. Quiero creer que hemos entrado en un sueño y que vamos a despertar, porque no me gusta nada.
Así que propongo que no solo nos quejemos, sino que pensemos que es lo queremos cambiar con nuestra gota. Empecemos con pequeños cambios, en nuestra rutina, en el trato con los demás, en nuestra salud, alimentación etc. Cuando te quejes de algo, ve más allá. Por ejemplo... cuando lees la etiqueta de un producto... y ves todas las porquerías que contiene que a la larga nos perjudicarán... ¿sigues comprándolo? - Pues sabes que lo seguirán fabricando mientras se consuma. Es solo un ejemplo, y no pretendo ser radical con esto. Solo hacer ver que si nos quejamos de algo debemos actuar para no apoyarlo. Busquemos caminos alternativos, y sobretodo, informémonos bien de todo que escuchamos, vemos y para en nuestras manos. Recordemos que no es todo lo que parece, vivimos en Matrix. Hay mucho que hablar sobre este tema, por eso seguiremos en próximas entradas.
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